Cómo cultivar melón en verano: trucos para una cosecha dulce y jugosa

Las frutas y verduras son estacionales, y durante el verano hay algunas que cobran más protagonismo que otras, tal como ocurre con la frutilla, la sandía y el melón. Este último ofrece una pulpa dulce y refrescante y se puede plantar sin problemas en el jardín del hogar. Para ello, hay que saber cuáles son los trucos para una cosecha dulce y jugosa.
Antes que nada habrá que seleccionar qué tipo de variedad de melón se va a cultivar. Hay que tener en cuenta que cada una cuenta con características propias (tamaño, sabor y tipo de maduración). Es importante tener en cuenta el espacio de la huerta y el tiempo de cosecha, pero sobre todo que se adapte perfectamente al clima y las dimensiones.
Es importante destacar que esta fruta se suele sembrar sobre suelos sueltos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Antes de sembrarlo, se debe preparar el suelo removiendo y añadiendo compost o estiércol bien descompuesto.
Se puede sembrar directamente en el suelo, o bien iniciar la germinación en semilleros para luego trasplantar las plántulas. Los especialistas sugieren dejar una separación adecuada entre las plantas (alrededor de 1 metro) para permitir un buen desarrollo.
En cuanto al riego, el melón lo necesita de forma regular, especialmente durante las etapas de floración y fructificación. Para ello, hay que evitar encharcamientos, ya que pueden favorecer el desarrollo de enfermedades. Asimismo, se recomienda usar un fertilizante equilibrado durante el crecimiento de la planta (aumentar la dosis durante la formación de frutos).
Por su parte, la poda deberá favorecer el crecimiento de los frutos y se deben eliminar ramas enfermas o dañadas. Se aconseja proteger plantas de las heladas, el viento y las plagas con mallas o cubiertas flotantes para cuidar los frutos del sol directo y evitar quemaduras.
El tiempo de cultivo del melón varía según la variedad, aunque habitualmente desde la siembra hasta la cosecha pueden transcurrir entre 80 y 120 días. La madurez de esta fruta se determina por su aroma, color y sonido al golpearlo. Los melones maduros suenan a hueco cuando se golpean suavemente.
Se estima que durante su etapa de crecimiento necesitan, al menos, seis horas de sol directo por día. Además, preferentemente debe estar en suelos ligeramente ácidos o neutros (pH entre 6.0 y 7.5).
Fuente: www.clarin.com